El 18 salimos de Kanab hacia Las Vegas. Fue un trayecto cortito, de unos 300 kms (ya esto nos parece corto) perseguidos de cerca por una nube con bastante mala pinta que no nos llegó a pillar. Para el medio día llegamos a Las Vegas, con una temperatura infernal que nos hizo buscar una máquina de agua a la desesperada. La llegada según nos habían indicado era más .espectacular si la hacíamos de noche pero no estaba el día como para estar dando vueltas por el desierto, así que a las 2 de la tarde estábamos ya en la puerta de nuestro hotel haciendo cola para el check-in.
Para las 8 nos subimos a la habitación y, planteando descansar durante media horilla para luego irnos a cenar con nuestros amigos, nos quedamos dormidos hasta las 12 la noche.
Dado que estamos en Las Vegas, se supone que cualquier hora es buena para salir, así que nos fuimos a dar un paseo y verla de noche con todos los neones encendidos gastando la energía que no sé de dónde puede llegar a sacar esta ciudad en medio del desierto. No habíamos andado un km cuando nos tuvimos que volver pues la temperatura en la calle era infernal. Podíamos estar a 35º a la 1 de la mañana y la sensación de sequedad erar horrible. Tras echar otro par de pavos en las máquinas nos fuimos a dormir.
El segundo día nos levantamos a las 9 la mañana, que hacía bastante tiempo que no descansábamos de moto. Fuimos a desayunar a un Dennis, que hemos descubierto que sirve uno de los desayunos más copiosos de EEUU y tras eso y gastar más en la tienda de regalos más grande del mundo (así se hace llamar donde estuvimos) nos fuimos a la piscina del hotel. Esto sí es curioso. Colocan un pedazo de piscina encima de una azotea altísima. El agua está tremendamente caliente pues con la temperatura que corre aquí no hace falta ni calentadores. Los servicios que te encuentras alrededor de la piscina son restaurantes y cafeterías, con señoritas de buen ver en bikini sirviendo a las butacas, mesas de pingpong y otros deportes y, cómo no, mesas de Black Jack con crupier en bikini para las delicias de los jugadores. Es tremendamente complicado en esta ciudad no caer en algún vicio.
Tras almorzar en la piscina nos fuimos a ver el espectáculo del circo del sol que habíamos reservado el día anterior. Como se lo monta esta gente, es increíble la tecnología y efectos que acompañan al espectáculo del circo que hemos visto toda la vida. Acróbatas, funambulistas y payasos para mostrar su arte ante un teatro con más de 1500 plazas.
Mirar si tenéis ocasión en youtube Ka: Circo du Soleil. Para terminar nuestro último día en Las Vegas, nos dimos un par de vueltas por Las Vegas Boulevard viendo todos los hoteles y tiendas. Cuantísimo dinero se mueve aquí.
Por mi parte solo he perdido unos cien pavos, menos mal que iba con mi mujer que me ha contenido.
En este trayecto hemos hecho de moto 327 kms.
Ka: El circo del Sol
Hotel en Las Vegas: Stratosphere
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