lunes, agosto 09, 2010

Dia 4: el último en Nueva York

Antes de empezar a dar vueltas decidimos ir a lavar la ropa a una lavandería ya que es nuestro último día en NY y con el calor que hace yo he gastado todas mis camisetas.

Tip: las lavanderías son automáticas, pero en muchas de ellas te ofrecen el servicio de lavarte ellos la ropa. El servicio es bastante barato y en mi caso lo hicieron realmente bien, un buen lavado, doblado y separan la ropa interior del resto.
Tras lavar la ropa tomamos el metro en dirección Harlem, pero antes hacemos una parada en una "farmacia" para comprar crema solar. Lo de las farmacias es algo increible, venden de todo. Desde la crema solar a un paquete de Malboro pasando por una nevera isotérmica o comida para llevar.

El metro hacia Harlem está cortado y un amable empleado nos da un papel amarillo y nos vocifera algo... tras intentar entender lo que dice deducimos que hay que coger un autobús, totalmente gratuito, para llegar a Harlem.

Personalmente en ciudades que no conozco siempre prefiero el autobús al metro así que, mejor que mejor. El autobús nos lleva por el lado oeste de Central Park y se dirige a la 116th. Paramos en esa calle y comenzamos a caminar.

Somos los únicos blancos en la zona aunque el área de la 116th se nota que es una zona de clase media, como dicen ellos, afroamericana. Está plagada de iglesias evangelistas, cada una con su reverendo y en una de ellas encontramos un cartel cuya lectura realmente me impresionó.



Dice algo como: "La sanre de Jesús contra Obama. El día 4 de noviembre de 2008 un taliban musulman elegido ilegalmente. Presidente de USA: Hussein". Pese a esto, por aquí la gente es agradable y tienen toda la pinta de votar masivamente a Obama

Respecto a la visita a Harlem, nos equivocamos de cabo a rabo, ya que nos empeñámos en ir a El Barrio, que se supone es el Harlem latino, pero realmente se trata de una zona puramente residencial sin gracia alguna.

De interés en esta zona un pequeño parque, llamado Marcus Garvey, donde familias completas hacen barbacoas junto a una muchos indigentes y yonkis que comparten su sitio con aficcionados a la música. Esto es en serio, al principio pensé que las barbacoas eran puestos de comida por la parafernalia que tenían montada, la variedad y la cantidad de comida que tenían puestos en sus mesas; de hecho me acerqué a una de las mesas a ver que vendían, hasta que me percaté de que realmente eso se lo comen ellos mismos. Brutal.

Decidimos abandonar Harlem en dirección a la otra punta de la ciudad, Brooklin. La zona que visitamos es la que pega a Manhatan, el distrito histórico, y es una zona preciosa, tranquila, muy europea. Pasear por la tarde por esa zona es realmente agradable. El paseo termina en el borde del barrio que mira a Manhattan y no muy lejos de un pequeño y desconocido puente, el puente de Brooklin.


En nuestro tercer día en la ciudad intuimos en la lejanía la figura de la estatua de la Libertad, icono neoyorquino que no hemos visitado en esta ocasión. Estamos junto al rio Hudson del que se intuyen unas corrientes fortísimas visto lo que les costaba avanzar a los barcos pequeñitos.

Tras pasear por la zona salimos de Brooklyn, no sin una sensación de que nos hemos perdido algo al no dedicar más tiempo a este barrio. Para salir lo hacemos andando por el puente entre un gentío impersionante y un sol de justicia.

Las últimas horas de la tarde las dedicamos a hacer unas compras pensando en que en un par de días iniciamos ruta en moto. Compramos en K-Martk un sitio donde la relación calidad / precio me parece excelente, y donde puedes encontrar una muestra de ropa americana de primera.
Tip: si quieres una gorra de los Gigantes de NY o una camiseta de los Nicks, compratelas aquí, el precio es la mitad que en las tiendas de turistas.
Cenamos en un restaurante, el Tick Tock Dinner, con aspecto de los que vamos a ver en la ruta. Se trata de una cadena, como no, y este está situado en el edificio del New Yorker, un sitio barato y con una comida de bastante calidad, pese a la zona que está situado.


Ver mapa más grande
Tip: quiero empezar a hablar aquí del tema de la comida. No sé como será en el resto del país, pero al menos en NY la norma debe ser "la comida que crees que es para uno, pídela para 2". Esta gente no tiene medida, aunque siempre te dan la opción de llevarte lo que te sobre en un envase preparado. Creo que el tema de la comida generará más tips. Insisto, un plato normal sirve para que coman dos personas...
Hoy no pisamos el bar, mañana cojemos el coche y nos plantamos en Niagara.

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