atas ha sido sobre todo muy humeda. En el hotel nos hemos dado un buen desayuno. Ya nos empiezna a servir al estilo americano, con camareras presentándose por su nombre en nuestra mesa, con exuberante simpatía, y rellenando nuestra taza de café cuantas veces sea necesario.Hemos comenzado cruzando a Canadá, por anotar un nuevo país visitado y de paso probar si el pasaporte grapado pasaba todos los controles.
La parte canadiense de las cataratas, como ya habíamos visto desde el otro lado, es mucho más comercial que la americana. Planet Hollywood, Hard Rock modernito, hoteles con spa y un sinfín de propuestas para hacer en torno al agua, desde subir en un barco y pasar por debajo hasta cruzarlas por un cable como un funambulista.
Nosotros nos hemos subido al barco Mind the Mist que nos ha acercado hasta mas no poder
al torrente de agua. Si se deja la cámara de fotos durante un segundo y se aprovecha para disfrutar de este paisaje a uno le sorprende realmente hasta donde llegan los caprichos de la naturaleza.Ya secos nos hemos ido a la parte americana, pasando de nuevo y perdiendo un ratito en la protocolaria frontera. Hemos ido a realizar otra actividad acuática que es Cave of the Winds. En esta no solo te dan chubasquero sino hasta chanclas, imaginaros la cantidad de agua que a uno le llega a caer. Recomendación para todo aquel que venga a visitar el primer parque nacional de EEUU es que lo haga en traje de baño, sino quieres acabar con la ropa empapada. Tampoco es que sea mucho problema pues con las temperaturas que estamos alcanzando (por ahora 90º F) se seca de momento. Ya visto todo de Niágara cogemos de nuevo ruta sobre el medio día.
De camino a Walnuk Creek, que es nuestra siguiente etapa, nos paramos a comer de casualidad en un pueblito encantador llamado … en un restaurante que comemos de maravi
lla y unas camareras que nos tratan de maravilla y con las que pasamos un rato muy agradable. El restaurante se llama Vine City. Un dato a tener en cuenta en esta ciudad es que en la mayoría de las notas ya viene indicadas varias propuestas de importes de propinas para dar a los camareros, que rondan desde el 15% al 20% de la nota.Con el estomago lleno volvemos a coger carretera con el tiempo justo para llegar al pueblo y teniendo en cuenta que esta es la primera noche en la que tenemos que buscarnos la vida pues no tenemos hotel reservado. Llegados a Cleveland nos salimos de la I-90 para coger dirección condado de Holmes, que es donde se encuentra la comunidad Amish del norte de USA. El paisaje es encantador, totalmente diferente de lo que hemos visto hasta ahora. Casitas independientes, con un terreno enorme de césped rodeándolas, su gran garaje para varios vehículos y muchísima, pero muchísima, tranquilidad.
Ya anocheciendo llegamos a Berlín, el Berlín de Ohio, un pelín preocupadillos pues en unas 50 millas que llevábamos pendientes de algún motel no encontramos ninguno. Un lugareño bastante majo, que hizo mucha amistad con Rafa, no llevó hasta cerca de lo que decía era el lugar más cercano para dormir pero más caro de la zona.
Efectivamente así fue, 107 $/hab la noche, pero mereció la pena. El hotel en el que nos alojamos era una preciosidad, el trato exquisito y con bastantes servicios para lo que nos esperábamos encontrar en esta zona. The Amish Door es un complejo que tiene desde Salón de celebraciones hasta hotel con
piscina y jacuzzi, pasando por restaurantes, pastelerías, tiendas de regalos. Una verdadera sorpresa encontrarnos esto. Pensábamos que los Amish solo vivían del campo pero se lo tienen muy bien montado, ellos o para quien ellos trabajan.Tras un bañito en la piscina y en el jacuzzi, nos fuimos a dormir con un par de bolsas de patatas de cena, pues a las horas que llegamos a poco más pudimos optar.
Otro día de vehículo pero con varios momentos interesantes para recordar
Actividades en Niágara: Maid of the Mist. Cave of the Winds
Pueblo y restaurante donde almorzamos: Vine City. Dirección
Hotel donde nos alojamos en Walnuk Creek: The Amish Door. Dirección
No hay comentarios:
Publicar un comentario