domingo, agosto 29, 2010

De vuelta a casa 25/08 (By Txema)

Hoy por ser el último día, no nos lo vamos a tomar de descanso, evidentemente. Ya tendremos tiempo de reposar en las 36 horas que nos quedan de viaje hasta España.
Tras desayunar ligeramente en el hotel, nos marchamos andando a través de China Town hacia Little Italy y el puerto, para realizar las últimas compras. China Town de día no tiene que ver con la que nos encontramos el día anterior atardeciendo. Es un ir y venir de chinos hacia los negocios que se encuentran en todos los locales comerciales.

La estructura de las viviendas aquí varía muchísimo de las de Nueva York. Casas de no más de 3 pisos, bastante más limpio que la gran manzana y sobre todo con muchísimo ajetreo y movimiento de negocio. Al igual que Manhattan, el barrio italiano está colindante con el barrio chino y es complicado encontrar la línea que los divide.

Tras pasar por el puerto a realizar compras de souvenirs y ropa, volvemos a Little Italy donde almorzamos una pasta bastante buena y barata. Damos un relajado paseo hasta el hotel pues en unas horas empieza nuestra ruta de vuelta a casa.
Sobre las 7 llegamos al hotel que nos han tenido guardado el equipaje durante todo el día. Empaquetamos como podemos todo lo comprado dentro de nuestras maletas y tras dar un breve repaso, ponemos rumbo a España.
Por delante nos quedan 2 días de camino, cogiendo 4 aviones y varios trenes y metros, pero bueno, después de 21 días de ruta por uno los de los países más grandes del mundo que hemos atravesado horizontalmente y lo que nos ha supuesto conocer muchas de las tan distintas culturas que en él se encuentran y que solo se nos transmiten a través de las películas. Cierto es que Estados Unidos tiene mucho de película, bastante, es un país lleno de excentricidades pero creo que toda persona debería visitarlo al menos una vez en su vida.

Ya sea a la impresionante Gran Manzana, su sorprendentes accidentes geográficos de Niágara o el Gran Cañón, los sorprendentes estados de Texas, Nuevo México o Arizona, donde parece que el tiempo se detuvo hace 100 años, o las teatrales San Francisco y Los Ángeles, cuya diversidad étnica hace que sea imposible no sorprenderse simplemente con el gentío que pasa por la calle. Cualquier lugar de EEUU es bueno por conocer y, nosotros, hemos tenido la suerte de hacerlo.

Gracias a todos los que nos habéis seguidos, a mis amigos Rafa, Pita, María José y Esther, que tan buenos momentos hemos pasado juntos y, cómo no, a mi mujer, ya que esta Luna de Miel creo que será inolvidable para ambos.
Hasta la próxima

Así quedó nuestra ruta

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