jueves, agosto 12, 2010

DIA 7: De Walnut Creek (Ohio) a Chicago (Illinois) - (by Tripix)

Comenzamos el último día en coche, mañana cogemos las motos en Chicago, ciudad en la que pernoctaremos hoy.

Vamos a dedicar la mañana a visitar la zona, un condado amish,  y la tarde de a hacer los 600km que tenemos hasta chicago.

El desayuno en el hotel resulta curioso, no ponen el típico desayuno continental con huevos, bacon, hamburguesas y demás parafernalia. Lo más avanzado del desayuno es un máquina de hacer gofres y una tostadora que se funde de cuando en cuando... pèro el pan, la mantequilla y el café son buenos.

Una señora Amish que debería estar jubilada hace años y sentada en una mecedora fumando en pipa, nos atiende co9n una educación exquisita. Una señora talla XXXL al ver el desayuno lanza una exclamación cuyo significado desconozco pero intuyo.


Curiosidad: veo con cierta frecuencia gente bastante mayor trabajando. No sé si es que les gusta o que no tienen pensión y tienen que hacerlo.
Curiosidad: La leyenda de que en EEUU hay una obesidad excesiva es totalmente cierta, en general hay mucha gente pasada de peso, diria que la mayoría, y abundan los obesos mórbidos, es decir personas muy muy muy gordas que apenas pueden moverse con cierta soltura. Es muy espectacular ver gente de 20 o 30 años tan gorda o familias obesas incluyendo a los niños pequeño. Tienen un verdadero problema.
Nos dirigimos a Walnut Creek, localidad en el centro del condado Amish y que resulta ser un pueblecito algo decepcionante. Aunque es de bastante interés la tienda de antiguedades que está repleta de curiosidades, miles de objetos antiguos, desde una pieda de afilar enorme a un encendedor Zippo que procedo a adquirir por 15$.


De ahí nos vamos a ver una granja Amish, The Yoder´s Farm, que nos han recomendado visitar. Lo de siempre, esta gente empaqueta y vende a su madre. Se trata de una granja que alguna familia amish arruinada debió vender y que han convertido en atracción turística. Para el europeo acostumbrado a viajar esto resulta excesivo ya que no tiene el más mínimo interés histórico y mucho menos artístico, pero, en fin, resulta curioso.


Nos hace de guía otra señora cuya edad de jubilación debió pasar hace mucho tiempo y de la que no estoy seguro que el calor sofocante que hace esta mañana le haya dado mucho tiempo más de vida. Nos enseña la tipica casa amish, nos explican cómo se visten y cuatro tonterías más y finalizamos en la cocina donde intentan vendernos galletitas. Paso.

Con los 11$ de la entrada también incluían un paseo en el carro de caballos que usa esta gente, y una visita a la escuela que nos enseña una amish con un bigote considerable... seguramente la biblia en alemán que leen y siguen al pie de la letra dice que Dios prohibe taxativamente a las mujeres depiarse la cara o alguna absurdez de ese tipo.

Salimos del condado amish, insisto nuevamente, muy bonito, bien cuidado, profudamente verde. En la gasolinera observo que el paquete de Malboro está ya a 5.10$, alucinante, en NY costaba 13$.


Tirando millas para Chicago. Paramos a comer fuera de la carretera, en un sitio llamado "The Winchester no se qué" y que tiene las puertas adornadas con dibujos de escopetas de la mencionada marca. Comemos muy bien por unos 16$ por barba incluyendo cervezas en pinta, otras bebidas, cafés, etc. Nuevamente comprobamos que para pedir la comida tardamos 10 minutos ya que cada plato va acompañado de un cuestionario para definirlo.

Tip: recomiendo encarecidamente intentar evitar comer en las áreas de servicio, donde solo es posible comer basura y salirse de la autopista para buscar algún restaurante en el primer pueblo. La comida en este tipo de sitios es abundante, barata y de calidad muy aceptable.
Tip: Para pedir la carne poco hecha hay que pedirla "red".
Tip: El café y la cocacola (supongo que los refrescos en general) una vez que los pides, puedes pedir que te los llenen las veces que te de la gana.

Estoy escribiendo en el coche, que por cierto, tiene un enchufe para conectar el portatil, algo increiblemente práctico, a un par de horas de chicago y tenemos que buscar un hotel lo más cerca del aeropuerto para mañana entregar el coche y agarrar la moto.

Reconozco que estoy un poco acojonado con el tema de la moto. Si 600km en coche se me hacen pesados... con aire acondicionado y pudiendo escribir en el portátil, los 400 de media que tenemos que hacer con la moto, no sé, en fin. Por otro lado, el calor sigue siendo importante.      

Retomo este post 1 día después para contar el final de la jornada. Al final llegamos a Chicago, una ciudad enorme, y no teníamos en el GPS la localización del aeropuerto en el que debíamos entregar el coche y recoger la moto. Por error, en buena parte provocado por mi, acabamos en un aeropuerto secundario en una ciudad satélite de Chicago, Gary, donde fue parar y atacarnos una horda de mosquitos sedientos.

Salimos de ahí echando leches y tras otra hora más de coche y parar en un barrio de dudosa reputación y peor aspecto para preguntar donde estaba el puñetero aeropuerto, conseguimos llegar a la zona en cuestión y nos dedicamos a buscar alojamiento.

Rapidamente un amable empleado de gasolinera nos indicó que había un estupendo hotel pocas yardas más adelante. Era cierto, se trataba de un hotel maravilloso, con jacuzzi y camas de agua, y que además nos daba la oportunidad de pagar $37 por dormir menos horas, es decir, por estancias de cuatro horas.


Dos coches uno propiedad de unos muchachos afroamericanos y otro de chicos de origen latino flanqueaban la entrada del hotel que además de los servicios extra ya mencionados contaba con una piscina tapada mediante una lona sujeta con piedras y en la que se intuía podía esconderse algún cadaver.


Y no solo eso, la lista de extras y parabienes del hotel se completaba con una habitación con cama "queens" (Dios sabe qué será eso) en cuyo techo y justamente encima del somier, lucía un gran espejo. Realmente se trataba de un sitio sórdido y que por la noche no invitaba a pasear por la zona, pero pudimos dormir para afrontar al día siguiente la primera jornada de la ruta 66 en moto.

1 comentario:

  1. Hola soy Inma. Me hace ilu poder seguir vuestro viaje a pesar de la distancia. Me da un poco de envidia ¡sana! mmmm ENVIDIAAAAAA. Cuando volvais preparaos para hacer la ruta de subida al monte hasta la torre la Mamola como poco, ¡andando!. A Tripix sobre todo le va ha hacer falta. Esther mucho cuidado con dormirte en la harley...tiene pinta de comoda y....
    Pasadlo bien.

    ResponderEliminar