jueves, agosto 12, 2010

DIA 6: de Niagra a Walnut Creek

Nos levantamos en Niagara y pasaremos buena parte de la mañana aquí.

La catarata es espectacular pero a mi tampoco es que me emocione demasiado el tema. Como ciudad tampoco parece que valga mucho, he incluso diría que se trata de un sitio decrépito cuya época de esplendor ya pasò.

Cruzamos la frontera hacia Canadá para ver la mejor vista de las cataratas y desde esa orilla tomamos un barco turístico que nos lleva por las dos principales caídas de agua, de hecho prácticamente se sitúa bajo la mayor de ellas.


Volvemos a USA y hacemos una segunda visita, esta principalmente dedicada a ducharnos en la catarata americana. Estoy cansado de Niagara.

Rumbo a Walnut Creek, un pueblo capital de un condado habitado bàsicamente por Amish y tenemos previsto hacer noche ahí.

La parada para comer ha sido una de esas experiencias que hacen que de verdad valga la pena hacer un viaje como este. Nos salimos de la autopista en la salida que indica que hay sitios para comer y encontramos una encrucijada que nos lleva bien a Barcelona bien a Westfield. Un cartelito anuncia que en el segundo hay un restaurante de comida "familiar casual".

El restaurante está a final de la localidad, un pueblo típicamente americano, pero típco típico, lleno de banderas yankis por toda la calle, casitas con jardin y blancos anglosajones.

Nos atienden dos chicas muy jóvenes que tienen toda la pinta de estar sacándose un dinerillo extra y cuya inexperiencia compensan con su amabilidad y buena atención. Pedir la comida ha sido una odisea ya que no entendíamos prácticamente nada de lo que ponía en la carta, pero es que además una vez que pides el plato empiezan las preguntas ¿Con qué lo va a acompañar? ¿Cómo quiere la carne de hecha? ... y si se te ocurre acompañarlo de ensalada además te verás obligado a elegir entre una interminable lista de salsas absolutamente desconocidas.

Pero tras media hora pidiendo entre que no nos enterábamos, no nos entendían y que a la chica se le olvidaban la mitad de las preguntas y venía a cada momento ha re-preguntar, nos traen la comida y resulta ser eso, comida familiar, casera y casual de una calidad bastante aceptable. 

Por la descripción que he hecho parece que el proceso de pedir y degustar la comida haya sido problemático, pero todo lo contrario, las chicas (casi chiquillas) eran muy muy simpáticas y nos hemos reido muchísimo. 

La comida de los 6, es decir, 6 platos tan brutales como de costumbre cuestan la escalofriante cifra de $86, es decir, unos 64€ ¨(menos de 11€ por persona). Dejamos un billete de 100, fotos con las camareras que, además, regalan a Monica un vaso de cocacola tipical american.


Tip: pagar la gasolina con tarjeta no es lo mejor para un viaje tan largo. Anoche rafa salió preocup0ado del hotel ya que le habían hecho un cargo de $100 en la tarjeta. Averiguó que el cargo procedía de una gasolinera en la que habiamos puesto $30 de gasolina. Antes de comer preguntamos en una gasolinera de la misma marca que qué podíamos hacer para arreglar el error y un empleado realmente amable nos explicó lo que pasaba.
Cuando pagas con tarjeta en las gasolineras, al menos las de SUROCO? automáticamente te bloquean esos 100 dolares y en cuanto terminas de poner la gasolina te abonan la diferencia. Pero claro, cuando se trata de operaciones con bancos extranjeros, ese abono (refound) puede tardar 2 o 3 días. Nos aconseja. con buen criterio, que pagemos la gasolina con cash.

Retomamos el camino tras la comida, rumbo al condado de los Amish, terminamos el estado de Nueva York, cruzamos un trozito de Pensilvania y entramos en Ohio. El camino se hace un pelín pesado por la autopista, pero en cuanto nos salimos de ella llegamos a una zona de paisaje espectacular. Casas de madera muy bien cuidadas, parcelas enormes de un cesped perfectamente, casi diría obsesivamente, cortado.


Se supone que estamos en zona Amish, pero son casi las 20:00 y comienza a anochecer. No se ve a nadie por la carretera y no tenemos hotel reservado pòr primera vez en el viaje,hay que buscarse la vida y por la zona que estamos no se anuncia un solo hotele en kilometros. Estamos cerca de Berlin y Walnut Creek, nuestro destino.

Atravesamos un pueblecito y decidimos preguntar a 3 paisanos, cuarentones tatuados, que están parados en la calle. Hemos ido a dar con lo mejorcito del pueblo, ya que tras informarnos de que hay un hotel a unas 10 millas, que seguramente será caro, nos ofrecen 2 bolsitas de marihuana por 10$... más barata que un paquete de Malboro en el estado de Nueva York.

En fin, nos dirigimos al hotel que nos indican y resulta llamarse "The Amish Door", un hotelito con encanto que de paso sirve de tienda de recuerdos, salón de celebraciones, mil cosas más. La noche son $99 con desayuno incluído, no tenemos mucha alternativa así que cojemos las habitaciones.


El hotel, como digo, es agradable, aunque con un puntito recargado que roza con lo hortera. Debe ser propiedad de algún Amish, aunque en la recepción no nos aparecen con la indumentaria tradicional.

Curiosidad: la leyenda que dice que los americanos no tienen ni idea de dónde está España y que la situan en Sudamérica está resultando, cuanto menos, exagerada. Siempre que preguntan "Where are you from" y les decimos que "from spain" te comentan que es un país estupendo, que han estado... o que les gustaría mucho ir; al intentar aclararles que es Spain de Europe te aseguran que ya lo saben.

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